Estoy solo en mi habitación , es una frÃa noche de invierno, miro por mi ventana tratando de distraer mis pensamientos con el cielo de la noche, está muy nublado tal como ahora lo está mi mente, las luces de la calle empiezan a verse borrosas debido a la niebla, que cada vez más baja como humo en una nube muy espesa, haciendo que lo poco que podÃa observar se vaya tornando muy difÃcil de ver. Al cabo de un par de minutos todo lo que podÃa ver queda envuelto en una nube gris que me deja sin otro remedio que mirar dentro de mi habitación. La oscuridad de la noche no me permite ver mucho dentro de ella, tampoco hay mucho que ver, es un cuarto vacÃo donde solo hay un colchón y una pequeña manta que cumple a duras penas su misión de darme calor en mis frÃas noches de soledad.
Miró a las paredes manchadas, desgastadas por la humedad, por el tiempo, por la vida que hubo antes, pero de la cual solo quedan recuerdos. Mi vista se acostumbra a la oscuridad y puedo ver mejor a través de la noche, además mi memoria me hace saber lo que hay en cada espacio que miro, claro está que mi mente juega conmigo y cuando veo a algún lugar aparecen imágenes de lo que hubo antes ahÃ, me da nostalgia recordar esa habitación, ese espacio que fue mi cómplice de sueños, de alegrÃas, de tristezas, de anhelos, mi refugio y mi fuente de energÃa. Me da un poco de tristeza verlo vacÃo sin vida pero a pesar de eso sigue siendo mi lugar, sigue acompañándome en este momento tan difÃcil para mi.
Miro mi celular y son las 3 am, el frÃo aumenta y el cielo parece comprender mis sentimientos y como cómplice empieza a llorar, entiende como me siento en este momento, veo las pequeñas gotas de agua caer sobre mi ventana que empiezan a mojar todo lo que tocan, agarro mi manta y me cubro las piernas, brazos hasta el cuello, sentado en el piso frÃo parezco una momia que están a punto de enterrar. La humedad hace que mi alergia se active y empiece a tener ganas de estornudar, trato de aguantarlo pero luego de varios intentos es imposible y el sonido de mi estornudo mezclado con el eco de la habitación y silencio de la noche hace que se escuche como un grito de desesperación y no una vez sino 3 veces mas me ocurre, con esa bulla cualquiera podrÃa despertarse, pero se muy bien que eso no ocurrirá ya que no hay nadie más cerca a mi, nadie que me diga "salud" , tan solo mi soledad y yo.
Me secó la nariz con un papel que tenÃa en mi bolsillo y el problema queda resuelto, al menos eso quedó resuelto, pienso que la vida deberÃa solucionarse de esa manera , fácil y sencilla, pero muchas veces lamentablemente no ocurre de esa forma, no pasa como en las pelÃculas donde después de un gran problema las cosas salen bien y todos viven felices por siempre y en un par de minutos la vida del protagonista cambia y logra todo lo que siempre habÃa querido. Mi mente divaga queriendo dejar de pensar en lo que verdaderamente me tiene asi, imagino que es un método de defensa para no verme inmerso en una serie de pensamientos y recuerdos que no me hacen bien, pero que son inevitables de contener.
Me pongo de pie y caminó por la habitación veo la puerta apolillada, casi apunto de caerse por lo viejita que está y como un flash la veo recien pintada y con un poster de Power Rangers pegado, la de posters que le pegue a esa puerta cuando estaba niño, hasta un letrero que decÃa no pasar, parece una vida y realmente pase una vida ahi, la mejor parte de ella. Es curioso cuando era niño le tenÃa miedo a este lugar cuando no tenÃa luz, mi mente me jugaba bromas pesadas haciéndome ver figuras extrañas de criaturas terrorÃficas reflejadas en las paredes y yo me escondÃa debajo de la sábana para que no pudieran asustarme y si me sentia con mucho miedo prendia la luz y todo volvÃa a la normalidad y nuevamente me sentÃa seguro, pero ahora siento que la oscuridad es el mejor aliado que tengo, no concibo la idea de prender la luz, en parte es porque al hacerlo no podré ver ni los restos de lo que un dÃa fue, no queda nada de lo que yo recordaba, pero aun asà lo consideraba mÃo.
Doy vueltas alrededor de aquel cuarto vacÃo, siento que es más pequeño de lo que lo recordaba, a pesar de que está vacÃo mi mente vuelve a jugar conmigo y me hace pensar que con todos los muebles que antes habÃa era más grande, pero se que solo es una ilusión de mi cabeza ya que la habitación no habÃa cambiado de tamaño desde que se construyó y caigo en la realidad que el único que cambió en todo este tiempo no fue otro más que yo.
Todo absolutamente todo ha cambiado, me caen lágrimas al sentir que poco a poco el tiempo sigue pasando y que me queda menos en este lugar, me pregunto cómo es que llegue a este punto, como pude llegar a esta situación, nunca habÃa pensado en el momento en el cual debÃa decirle adiós a mi lugar, me imaginaba cosas a futuro que yo hacÃa aquà pero que lamentablemente solo quedarán como un sueño que ya no podrá ser.
No quiero recordar que mis últimos momentos en mi lugar fueron tristes, no serÃa justo para él, ¡lo sé! trató a esta habitación como si se tratara de una persona, es que fue mi acompañante desde siempre, desde que dormÃa en una cuna, cuando dije mi primera palabra, cuando me cambié de ropa sin ayuda de nadie, cuando me regalaron mi primera lámpara para que no tuviera miedo de estar solo de noche, cuando me compraron mi primera cama, mi primer mini concierto a todo volumen, mi primera historia que escribÃ, mi primera computadora; en fin tantos recuerdos que ahora me vienen a la mente, buenos momentos que pase, una parte de mi se quedará aquà para siempre.
Las horas pasan muy rápido casi sin darme cuenta ya estaba a punto de amanecer, pensar en tantos momentos hizo que cayera en un agujero negro donde las horas se convirtieron en minutos y los minutos en segundos, cada vez estaba más cerca el momento de decirle adiós a este lugar. No quiero irme, no quiero abandonarlo, lamentablemente he aprendido que muchas veces no podemos tenerlo todo en la vida, porque sino no seria vida ya que esta consta de cambios y de dejar cosas atrás para no volver a tenerlas, como la niñez, la adolescencia, el tiempo, todo pasa, todo cambia y ha llegado el momento de dejar atrás este maravilloso lugar.
Se que si ustedes vieran mi cuarto pensarian que estoy loco, ya que es un cuarto viejo, gastado, sucio, deteriorado por el tiempo, pero si está asà es porque aguanto toda mi niñez, adolescencia y parte de mi juventud como fiel compañero. Los primeros rayos de luz comienzan a entrar por mi ventana señalando que mi tiempo aquà acabo, hoy será la última vez que lo vea, ya que me iré a mi nueva casa y tendré una nueva habitación con la que escribiré nuevos recuerdos y nuevas vivencias lo cual me emociona, pero eso no cambia mis sentimientos de tristeza al dejarla, sobre todo porque se que toda mi casa será demolida y mi habitación desaparecerá y nunca más la volveré a ver. Una pequeña lagrima corre por mi mejilla, agarro mi manta hago todo lo posible para demorar pero ya es muy tarde o mejor dicho muy temprano, son las 6 de la mañana y debo irme, camino mientras toco la pared, llego a mi puerta y la cierro asà como a esta etapa de mi vida.